Una historia de fe, salud, arte 🎭, agotamiento y zanahorias 🥕.
No soy un código.
No soy un trámite.
Hay algo que ocurre cuando te conviertes en “paciente” sin haberlo decidido.
Cuando te sientes funcional, pero de repente estás marcada por un hallazgo médico.
Uno que no grita peligro, pero tampoco susurra alivio.
Uno que no te define, pero sí condiciona ciertas partes de tu vida.
“D489 no me define. Es solo una sombra. Yo soy la luz que decide no apagarse.”
Desde hace un tiempo camino junto a una “sombra clínica”.
Una presencia benigna —según los estudios—, pero que no se va.
Y que cada mes y medio me obliga a detenerme.
A sacarme sangre.🩸
A mostrarme a la ciencia.
A ver cómo otro par de ojos escanea lo que a veces yo no entiendo de mí.
No tiene un nombre claro ni etiquetas definitivas. Pero sí aparece en los papeles. Sí requiere chequeos. Sí altera el ritmo.
Y sí, a veces, genera rabia, cansancio, miedo, frustración.
“Lo que no se dice del “casi nada”.
“No worries, no es grave… pero igual hay que vigilarlo.”
“Está todo bien… pero no del todo.”
“Quizás no es nada, pero vamos a seguir mirando.”
¿Qué haces con eso?!
¿Con un cuerpo que se siente normal algunos días, pero agotado otros?
¿Con un sistema que para cuidarte necesita etiquetarte con códigos grises?!
D489 suena como una contraseña.
Pero no abre puertas: las cierra.
A veces me deja afuera de mi propia vida.
El alma también se chequea.
He aprendido, no sin lágrimas, que no solo se trata de “ver si crece” o “descartar lo malo”.
Se trata también de cómo esta espera silenciosa afecta lo que piensas de ti misma.
Se trata de la sensación de ser observada, monitoreada, traducida en cifras…
99396, G0136, 3078F, 3074F, 3353F . . .
Cuando tú solo quieres volver a sentirte libre.
He descubierto que, aunque el cuerpo tiene un umbral, el alma tiene otro. 🪽
Y que el alma también se agota con la espera.
También se inflama con la duda.
También necesita tratamiento:
Amor. Contención. Fe. Comunidad. Movimiento. Zanahorias y rebeldía.
Un boceto me lo recordó hace poco.
“Un boceto, una verdura, una rebeldía. También eso es medicina.”💊
Un dibujo apresurado, íntimo, hecho en mi agenda:
📇 Jannik Sinner —número 1 del mundo— 🎾🦊 comiendo zanahoria antes de entrenar.
“Mi diagnóstico no me entrena. Me entrena mi fe. Me alimenta mi rebeldía. Y mi vitamina favorita… también se llama Sinner.”
Salud como ritual.
Nutrición como acto de amor.
Una forma de decirle al cuerpo: “yo creo en ti”.
Y al diagnóstico: “no te temo, pero tampoco te obedezco sin preguntar”.
Ayer fue un día difícil.
Me sacudió. Me desarmó.
Pero me dejé sentir.
Y hoy me levanté con otra energía.
No porque todo esté resuelto (spoiler: no lo está).
Sigo teniendo los mismos problemas.
Pero hay algo de lo que me volví a agarrar: confianza.
Confío en mis habilidades para resolver lo que venga o inventarme nuevas puertas si las que están se cierran.
¿Y si lo que me pasa no entra en ninguna casilla?.
He sentido muchas veces que mi vida no cabe en los formularios.
Que soy más que lo que dice un papel.
Que soy más que un plan de seguimiento.
Que hay emociones que no aparecen en ningún protocolo.
Que hay cansancios que no se miden en análisis.
Y sin embargo… ahí están.
El arte de seguir sin certezas.
He convertido mi camino en un boceto que redibujo cada día.
Con dibujos, palabras, colores, playlists… y sí, zanahorias.
Porque aunque no todo tiene cura,
sí hay maneras de cuidarse.
Y aunque no todo se nombra,
sí puede sentirse y transformarse.
Para ti, que estás en algo parecido:
Si tú también cargas con un “casi”, con un “quizás”, con un “por ahora”…
Si te sientes atrapado entre lo que no es grave pero no te deja vivir como antes…
Si el sistema te aprieta pero no te abraza… te entiendo.
Y te abrazo desde aquí.
No estás exagerando.
No estás sola, solo.
No estás loco, loca.
Solo estás sintiendo.
Y eso es profundamente humano.
Yo también me lo repito:
NO SOY UN CÓDIGO. Soy un cuerpo en movimiento que no acepta límites sin bailar primero.NO SOY UN RESULTADO. Soy una mujer que le habla a su diagnóstico como Jannik a su oponente: con respeto, pero sin miedo.NO SOY UNA PACIENTE. Soy una activadora de sueños, con una zanahoria en la mano y el alma en estado de creación.D489 no me define. Es solo una sombra. Yo soy la luz 💡 que decide no apagarse.
Este espacio es mi rincón para compartir, para sanar, para hacer comunidad desde lo más real y sensible.
Si esto resonó contigo, te invito a compartirlo, comentarlo, sumarte.
Y si estás en tu propio proceso, aquí tienes un lugar donde puedes soltar.⛓️💥
A veces, lo que más necesitamos es una palabra que nos diga: yo también lo estoy viviendo.
Nos seguimos leyendo.
Y respirando.
Con amor y rebeldía,
Moni